Blog de Regina Salcedo Irurzun

sábado, 9 de mayo de 2020

LECTURAS PARA LA CUARENTENA: RAE ARMANTROUT

La poesía de Rae Armantrout es tan extraña como su nombre. En un primer momento parece algo casual, incompleto, algo escrito deprisa en el reverso de un sobre o de una factura mientras se viaja en autobús. Ni mucho menos. Esa precariedad de los poemas donde se cuela lo externo, lo que está aconteciendo en ese instante, está sabiamente buscada y sirve para decirnos: "Oye, la vida no puede quedarse fuera, eso sí que sería antipoético y falso, la vida está hecha de interrupciones, merodeos y vacilaciones, y estas tienen tanto derecho a estar aquí como yo misma".
La poesía de Armantrout consigue con su sencillez a ras de asfalto curarnos de nuestra soberbia como especie, nos enseña que todo lo que existe es tan importante o insignificante como lo somos nosotros. Y lo mismo sucede con los matices minúsculos (incluso absurdos) que rodean los solemnes actos  humanos de los que se ocupan los grandes poetas; Rae observa estos microbios con su lupa, les presta una atención desnuda y nos los muestra sin aderezos para que quizás, muy brevemente, podamos soportarnos y comprendernos un poco mejor.

MI PROBLEMA

Es mi responsabilidad
extraer
el presente del pasado
exigiendo detalles.

Cuando un perro es usado
para representar nuestro
interior, tengo que preguntar
"De qué tipo de perro hablamos?"

Si una metáfora
parasitaria crece hasta
cubrirlo todo -bien!
Por qué detenerse en un crustáceo?

Una madreselva,
arrojada como un arma
a través de un alambrado
sería mucho más

articulada,
más precisamente repetitiva
y me daría la impresión
de que puedo avanzar así

mientras la mujer
en la mesa de al lado dice,
"Hueles bien",

y lleva la risa de su hija
pequeña, el sonido balbuceante de un orgasmo,

hacia el interior de mi oído-
aunque eso quizás no sea
lo que planeabas.

Puede que no sea un problema
cuando advierto
la forma en que la persona se desplaza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario