Blog de Regina Salcedo Irurzun

domingo, 24 de noviembre de 2013

Hermosa Soledad, Jimmy Liao



Bonito…

¿Qué más?

Bonito… Los dibujos son muy bonitos y están acompañados de textos bonitos.

No se me ocurre sinceramente nada más que añadir sobre este libro. Pero me hace reflexionar sobre –iba a decir la belleza pero por alguna razón se me atraganta esta palabra- lo bonito.

Leo que el autor escribió este libro, una especie de diario, a raíz de una grave enfermedad. Si no fuera porque la menciona en algún momento de forma explícita yo no hubiera detectado el peso de tal experiencia. Lo que me ha suscitado es la sensación de alguien que está atravesando una época, a lo sumo, melancólica.

Me chocó especialmente un poema sobre una flor que se marchita y que acompaña a un bonito dibujo de una flor marchitándose. Bueno, en realidad me chocó el texto aclaratorio que aparece debajo y que dice:

Cuando terminé el dibujo vi que resultaba inquietante.

No me gusta mostrar tan claramente mi desesperación.






















¿Inquietante? ¿Desesperación? No sé qué pensar. ¿Será cuestión de sensibilidades culturales? No sé si en Taiwán esto funcionará pero yo no he visto ni sentido la desesperación por ninguna parte (por no hablar de lo manido de la metáfora). Como mucho diría que hay cierta tristeza.

Ni ilustración ni poema me han conmovido de veras.

Y no, no es contención lo que hay en la escritura de Liao (que supongo es lo que él pretende), he estado pensando en ello detenidamente y no he sido capaz de arrojarle ese salvavidas. La contención suele ser el mejor recurso a la hora de comunicar y hacer llegar emociones intensas pero si contienes demasiado, si te excedes, lo que queda es una máscara.

Tampoco es que yo necesite –creo- aullidos de plañidera para emocionarme. Es que, a mi parecer, y por encima de todo, lo que hay en esta obra es una total postración ante lo bonito, lo delicado, la sensibilidad artística.

Cualidades que no tienen nada de malo per se pero que si no están allí como pilares para sostener algo de mayor calado a mí al menos no me sirven más que para entretenerme un rato. No hay fuerza que las impulse. No hay fuerza porque no hay verdad (y esto es duro de decir porque obviamente Liao no está fingiendo su leucemia ni su padecimiento). Pero los lectores sabemos de sobra que no es suficiente con contar algo real para conseguir un texto emotivo, honesto, trascendente. Ya se sabe, la magia de la literatura y todo eso.

El libro rezuma sensibilidad, no cabe duda, pero la emoción permanece ausente.

Si me he decidido a dedicarle una entrada a este libro es porque últimamente veo que en las librerías proliferan y ganan lugar protagonista estos libros bonitos, bien diseñados, cuidados al detalle y repletos de una comedida sensibilidad que no hace más que enmascarar su insipidez. Es un gusto para la vista y desde luego no es malo que los haya. El peligro es que la gente acabe por confundirlos con los verdaderos libros bellos porque en lo bonito no cabe el auténtico drama, en la belleza sí.

7 comentarios:

  1. Ayer tuvimos esta conversación en persona, que es como más se disfruta, pero después de leer la crítica me reafirmo en apoyar lo que dices. Vivimos tiempos extraños, la gente pide cambios a gritos pero pocos están dispuestos a asumirlos. Mientras tanto nos dedicamos a invocar escapismos, entretenernos en la estética no sólo de la forma, sino de la propia idea. Las ideas bonitas también están de moda, pero el hecho es que preferimos ausentarnos del verdadero análisis interior que nos muestre que no basta con desear los cambios con fuerza, que a veces no basta con dar los pasos, con trabajar por algo, con combatir una enfermedad, o luchar por un cambio social, que el dolor de la batalla importa tanto o más que conseguir el objetivo y que la belleza sin la cara oscura se queda, como bien dices, en simple máscara.

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  2. Y hablando en particular de los libros ilustrados, salvo excepciones, hay una tendencia a domesticar al monstruo, a enseñar la cara amable de los terrores de cuento, de dulcificar. El monstruo cumple una función arquetípica que parece molestar, como ejemplo las espantosas muñecas Monster High o la película "Monstruos S.A", que no deja de ser una entretenida película, pero ¿dónde quedan nuestros símbolos y nuestras herramientas simuladoras de combates vitales si los convertimos en juguetes? Pienso en la película "El espíritu de la colmena" y echo de menos ese tipo de reflexión.

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  3. Sí, como ayer comentabas, hoy la maldita corrección política domestica y somete todos los monstruos. Vivimos (en lo que se refiere al pensamiento y la creación) en una edulcorada época Disney disfrazada de modernidad y buen gusto.
    Un beso

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  4. Sensibilidad sin sensiblería. Emoción sin impostura.

    Supongo que el caso que comentas es una reacción pendular a todo ello.

    Por cierto, que me has recordado a esta entrevista que vi el otro día:
    http://www.rtve.es/alacarta/videos/para-todos-la-2/para-todos-2-entrevista-rafael-argullol-belleza/2169582/

    Y a lo que he colgado aquí de Hemmingway a Fitzgerald:
    http://luistarrafeta.com/2013/11/28/como-criticar-el-texto-de-un-colega/

    :D

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    1. Bueno, no es exactamente que la sensibilidad de Liao me haya parecido sensiblera. Lo que quería decir es que el virtuosismo artístico si no se carga de contenido es como puro hojaldre sin relleno :)

      Gracias por los enlaces, les echo un ojo.

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  5. Esta es una de las varias obras que tengo de Jimmy Liao, y en muchas cosas comparto lo que decís sobre los la "moda" de los libros ilustrados, y siempre he pensado que llamar a Liao, poeta, por su escritura no es del todo certero, pero en cuanto a sus ilustraciones, tanto las de este libro como en la de los otros que de él conozco, si que considero que están cargadas de mucho contenido, al que creo que no le hacen falta las palabras, pero sus ilustraciones no me resultan nada virtuosas ni sensibleras, me parecen mensajes cargados de vida y de contenido transmitidos en ilustraciones, para mi Liao si que es sinónimo de belleza, con todo lo que eso para mi significa. Pero bueno dicen que a gustos y opiniones, colores, un abrazo

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    1. Tienes razón, puntualicemos: aquí sólo hablo de este libro en concreto, no es mi intención juzgar toda la obra de Liao que además no conozco. Me consta que es un gran ilustrador, muy reconocido y con una gran trayectoria.
      Este libro de Liao me ha servido como excusa para reflexionar sobre la tendencia actual a conformarse y/o refugiarse en lo meramente bonito o placentero. Eso no quiere decir que en otras obras de Liao no quepa la belleza.
      Sin embargo, insisto, a mí Hermosa Soledad me parece un libro que no levanta el vuelo, que no alcanza la intensidad que prodía haberse esperado.
      Y como dices también, para gustos los colores, claro que sí.

      Gracias por pasarte :)

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